Las instalaciones de frío han incrementado su relevancia año a año hasta convertirse en indispensables para muchas obras, sobre todo en el ámbito industrial. Aunque de las más útiles, estas instalaciones de refrigeración consumen bastante energía para su funcionamiento, lo que eleva los costes de mantenimiento y aumenta su impacto medioambiental.
Mejorar la eficiencia energética de este tipo de instalaciones es, por lo tanto, un reto y una necesidad para los profesionales del sector, y, por lo tanto, también para nosotros, pues buscamos ofrecer al cliente la máxima eficiencia en cada una de nuestras obras, promoviendo soluciones que ayuden a aprovechar los recursos energéticos de la forma más eficaz. ¿Te animas a acompañarnos en un repaso por las últimas novedades del sector? ¡Sigue leyendo!
Eficiencia energética en instalaciones de frío industrial
Hablar de eficiencia en el ámbito de frío industrial engloba principalmente tres factores principales:
- Consumir menos frío. Cuanto menos frío necesite generar una instalación, menor será el coste derivado de su uso. Para la optimización de este factor, se presta atención al aislamiento de las cámaras, la instalación de puertas automáticas y separadores climáticos y a la optimización de los desescarches. Aunque estas medidas suponen un incremento en la inversión inicial, ayudan a reducir considerablemente la demanda energética a largo plazo durante todo el ciclo de vida de la instalación y, por lo tanto, reducir también el gasto.
- Reutilizar lo inevitable. Los aparatos de generación de frío suelen producir calor derivado de su funcionamiento, culpable en ocasiones de averías en estos aparatos si la temperatura se acumula excesivamente. A través de recuperadores de calor y bombas de calor industriales se puede reutilizar el calor generado por el sistema de refrigeración para la generación de más energía de tal forma que se maximice el aprovechamiento de recursos. Por otro lado, este aprovechamiento derivaría también en un aumento del consumo de recursos como agua, electricidad…
- Producir frío de forma más eficiente. Hay muchos aspectos a tener en cuenta en este sentido: la influencia de las presiones y el recalentamiento, la elección del refrigerante, la configuración del ciclo, el tipo de compresor, el diseño de tuberías, la gestión de la condensación, la mejora del sistema de condensación o el adecuado mantenimiento son solo algunos de los elementos que afectan a la producción de frío.
Debemos tener en cuenta que si se incrementa la temperatura de evaporación y/o se disminuye la temperatura de condensación, se reducirá la relación de compresión o consumo, incrementando el efecto frigorífico.
Las últimas tendencias del sector hacen hincapié en estas nuevas formas de producir frío de manera eficiente y, más concretamente, en la optimización de la presión de condensación de forma continua a través de la denominada condensación evaporativa flotante.
Los sistemas de condensación evaporativa flotante
Los sistemas de condensación evaporativa flotante optimizan la presión de condensación en función de las condiciones presentes en el exterior de la instalación, lo que reduce tanto los costes operativos como el impacto ambiental.
Estas instalaciones se basan en el enfriamiento evaporativo a través de un algoritmo que controla la presión de condensación y la optimiza de manera que para cada temperatura ambiente se busca el punto óptimo de control de la velocidad de los ventiladores, ayudando a maximizar el rendimiento energético del sistema.
El diseño de la instalación se hace tomando como referencia las condiciones exteriores más desfavorables, que se producen solamente durante unas pocas horas al año, por lo que el potencial de ahorro energético de optimizar la presión de condensación en función del exterior es fundamental para minimizar los costes operativos de la instalación. Además, al tomar como referencia del foco caliente la temperatura del bulbo húmedo del aire exterior (que es inferior a la temperatura seca del aire), permite obtener presiones de condensación inferiores con respecto a otros sistemas.
Por otra parte, este sistema aumenta la producción frigorífica específica y, en consecuencia, disminuye el caudal específico, lo que hace que se reduzca la velocidad de circulación del fluido refrigerante y las pérdidas de carga. Es decir, el incremento de la producción frigorífica específica mejora la producción frigorífica volumétrica.
Al reducirse el nivel de presión de condensación también se reducen el trabajo de compresión y la temperatura de descarga, lo que tiene una influencia directa en el consumo eléctrico de la instalación frigorífica y aumenta su durabilidad. Por lo tanto, la implementación de sistemas de condensación evaporativa flotante en las instalaciones de refrigeración industrial permite reducir la presión de condensación, con el consiguiente ahorro de costes operativos. Esto influye directamente en la competitividad de la instalación frigorífica y, al mismo tiempo, también en su impacto en el medio ambiente.
Es un hecho que la utilización de condensación evaporativa y sus posibilidades en el ámbito del frío industrial darán mucho que hablar en los próximos meses. Y a ti, ¿qué te parece su utilización? ¡Cuéntanos en comentarios!