Cuando nos enfrentamos a una instalación de calefacción, son varios los elementos a tener en cuenta antes de decantarse por un sistema u otro.
La decisión final se verá afectada por circunstancias tales como:
- La zona donde se ubica la edificación.
- La climatología del lugar.
- El tamaño de las estancias, el número de personas y su actividad
- El uso para el cual está destinado el edificio.
- La cantidad de ventanas, puertas, etc.
Los tipos de sistemas de calefacción se clasifican según dos criterios; la fuente de energía que se transformará en calor o según el tipo de aparato que transmite el calor hacia las estancias.
Pero hay tres elementos definidos en la legislación española que nos dan pautas relevantes a seguir en cualquier parte del mundo y que deben primar a la hora analizar qué sistema de calefacción es el más adecuado.
- Seguridad.- Cuando acometemos estas instalaciones debemos asegurarnos que el diseño planteado, la ubicación de los emisores de calor, los niveles de calor posibles, etc., no suponen un riesgo en ningún caso para los usuarios de la edificación.
Además debemos contemplar todos los seres vivos que se puedan ver impactados por la puesta en marcha de un sistema de este tipo, como la flora y la fauna del lugar así como la calidad del aire.
Debemos minimizar el riesgo de accidentes y el riesgo de contraer enfermedades para todos aquellos que entren en contacto con el sistema de calefacción de forma directa o indirecta.
Estos criterios los tenemos siempre en cuenta en Arce Clima en la fase de análisis de los proyectos, asegurando el máximo respeto por cada uno de ellos en nuestras instalaciones.
- Calidad.– Cuando hablamos de calidad, no nos referimos a la elección de los mejores materiales o los elementos punteros en el mercado, sino a las condiciones de bienestar de los ocupantes para los que está pensada la instalación. En este caso podemos hablar de:
- Calidad del ambiente térmico. El rango de temperatura que se alcance con el sistema de calefacción propuesto, debe estar entre los estándares adecuados y recomendados por la organización mundial de la salud.
- Calidad de aire. El medio utilizado para aportar calor no debe variar la calidad del aire de las estancias. Se deben mantener los niveles de humedad, la temperatura y el CO₂ adecuados y sin alterar su composición.
- Higiene. Debe ser una fuente limpia y que no altere las condiciones higiénicas de la edificación.
- Calidad acústica. Tanto la fuente generadora de calor como los emisores ubicados por las diferentes estancias deben provocar el menor ruido posible y mantener la estancia en las condiciones adecuadas para la actividad para la que fueron pensadas.
- Eficiencia energética.- Todos los puntos mencionados deben lograrse con la mayor eficiencia energética posible, lo que redundará en la reducción de la emisión de contaminantes.
Además, una instalación eficiente tendrá también un efecto positivo sobre los consumos, utilizando la energía estrictamente necesaria para generar calor y consiguiendo así un ahorro de costes en el uso y mantenimiento de la instalación.
En Arce Cima llevamos más de 20 años trabajando en proyectos de climatización y nuestra experiencia nos avala a la hora de acometer una instalación de este tipo.
No dejes nada al azar y cuenta con manos expertas que te asesoren y te ayuden a respetar tanto la normativa española como las certificaciones o estándares de otros países. Una instalación de calor es mucho más de lo que puede parecer en un primer momento.
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