La Torre Bolueta, ubicada en el barrio bilbaíno del mismo nombre, se ha convertido en todo un emblema de la sostenibilidad al situarse como el edificio ecológico más alto del mundo, por encima de la torre Cornell de Nueva York.
En el solar, que antes ocupaba la primera siderurgia instalada en Bilbao, ahora se erige un rascacielos de 88 metros de altura y 28 pisos destinado a la creación de viviendas de protección oficial.
A nivel arquitectónico y en términos de eficiencia energética, esta torre se presenta como un hito a nivel mundial dado su consumo casi nulo, derivado de los materiales utilizados y la hermeticidad de sus espacios.
Un edificio de consumo casi nulo
El estudio de arquitectura VArquitectos, junto con la constructora Sukia y VISESA (la Sociedad Pública de Vivienda del Gobierno Vasco), fue el encargado de crear un edificio autosuficiente que resultase funcional y energéticamente sostenible al mismo tiempo. Para ello, hizo especia hincapié en cuatro aspectos fundamentales que permiten un ahorro de energía de hasta el 75%:
- Aislamiento acústico y térmico. El correcto aislamiento del edificio mantiene una temperatura constante en el interior de alrededor de 17°C, por lo que sería necesario un consumo muy bajo de energía para alcanzar los 21°C recomendados.
- Revestimiento. Las casi 3.000 chapas de aluminio que recubren la fachada son fundamentales a la hora de aislar el edificio. Su diseño es un guiño al pasado industrial de la zona, pues imitan las lascas de carbón y mineral. Cada lámina doble de aluminio, además de llevar un material ignífugo en el interior (composite B-53D2) para prevenir posibles desastres, se refuerza con la colocación de lana de mineral de roca sobre las paredes exteriores que convierten la Torre Bolueta en una caja casi totalmente hermética.
- Uso de materiales naturales. Los diseñadores del rascacielos se decantaron por el uso de materiales naturales como la madera, que ofrecen diseño y calidad combinados con altas prestaciones a nivel energético.
- Alta calidad del aire interior. El edificio cuenta con un sistema interno de renovación de aire que hace que no sea necesario abrir las ventanas para ventilar. De esta forma, se evita la entrada de olores o polvo en el interior de las viviendas, así como el desequilibrio de temperaturas.
La implementación de estas medidas tiene como resultado un ahorro que permite amortizar el sobrecoste de las mejoras de eficiencia energética en unos pocos años.
La primera VPO Passivhaus de España
Además de obtener la calificación Best Practice del X Concurso Internacional de Buenas Prácticas de Naciones Unidas en 2015, la Torre Bolueta ha obtenido el prestigioso Certificado Passivhaus en la 22º Conferencia Internacional Passivhaus de 2018.
El estándar Passivhaus, que otorga el Institut de Darmstad de Alemania, es uno de los más exigentes en materia de eficiencia energética y climatización, lo que lo convierte en el reconocimiento más prestigioso a nivel internacional en este ámbito. Entre los distintos requisitos necesarios para contar con este certificado, las construcciones deben tener un consumo de calefacción anual inferior a 15kWh/m², que la Torre Bolueta consigue alcanzar con un amplio margen de diferencia.
La excelencia a niveles de eficiencia es tal en esta torre, que se ha conseguido ahorrar hasta un 75% con respecto a un sistema de climatización convencional. La hermeticidad ha sido vital para estos resultados, pues se han alcanzado cifras de tan soio 0,37 renovaciones/hora. Tanto los materiales como la ubicación de los elementos en torno a la edificación se adelantan a la normativa vigente, estableciendo unos niveles de consumo por debajo de la normativa que entrará en vigor en 2019.
No cabe duda de que este edificio marcará un antes y un después en la arquitectura sostenible de nuestro país. ¿Qué te ha parecido? ¿Conoces algún otro edificio que te gustaría que analicemos más en profundidad? ¡Cuéntanos en comentarios!