Uno de los aspectos más relevantes y clave de un auditorio respecto a otro tipo de edificaciones es la acústica, pues es fundamental para el tipo de eventos que se desarrollarán en su interior: conferencias, coloquios, espectáculos… Por eso, a la hora de acometer el trabajo, tuvimos que tener un especial cuidado en el ruido que pudiesen emitir las instalaciones.
El edificio, de obra nueva, se divide en una planta baja y una primera planta. Además de albergar un auditorio con capacidad para 500 personas, con zona para periodistas y traductores, dispone también de un gimnasio. Es a este espacio a donde se trasladó el equipo de Arce Clima para, durante diez meses, acometer todo el proceso de climatización hasta dejarlo a punto.
La instalación idónea para un espacio destinado a la realización de eventos
Con todo lo comentado en mente, el equipo se dispuso a diseñar y ejecutar la instalación. Las soluciones aplicadas debían lograr las mejores condiciones de confort, teniendo muy en cuenta el aprovechamiento energético.
Así, se instalaron 11 climatizadores con humectación en la cubierta, alimentados con un anillo de agua central que a su vez alimentan a las 6 bombas del edificio. También se instalaron 27 climatizadores interiores. Nos decantamos por conductos de chapa aislada en el exterior y de Climaver Neto en el interior del recinto.
Uno de los aspectos más singulares del trabajo llevado a cabo fue la instalación de 532 difusores de suelo dentro del auditorio, para climatizar la zona de espectadores. En auditorios y otros recintos similares, este tipo de difusores se instalan en el falso suelo, donde se crea un plénum a través del cual se impulsa el aire que climatizará el espacio.
Las ventajas de este tipo de difusores de aire son muchas. En primer lugar, las velocidades reducidas de aire y la uniformidad en la temperatura proporcionan mayor confort. El ahorro energético también es superior al de otras soluciones, por dirigirse al volumen de la zona ocupada y porque permiten usar free-cooling muchas más horas. A nivel de acústica no interfieren en las condiciones del recinto. Además, su integración en el espacio es un aspecto muy valorado por la propiedad, ya que resultan muy discretos, colocados en lugares de difícil visibilidad.
La zona del escenario se climatizó con difusores y toberas diferenciando la zona de orador.
Poniendo soluciones a los aspectos más singulares del proyecto
Cada uno de los proyectos que abordamos presenta sus complejidades. En este caso, nos encontramos con alguna dificultad relacionada con la difusión del aire en zonas de gran altura, pues se debía conseguir que llegase el aire caliente en invierno y no tener molestias con el aire frío en verano. Para ello se instalaron unas compuertas motorizadas, las cuales permiten el control del paso de aire mediante su apertura y cierre, ajustándose así a la demanda térmica de estas zonas del auditorio.
Nuestro equipo también tuvo que hacer frente a algunos problemas derivados de la difusión perimetral en las zonas de reuniones y salas de periodistas, ya que, si se bajaban los estores, hacía que estos se moviesen. Una vez más se encontró la solución en las compuertas motorizadas: cerrarían el paso del aire a la zona perimetral cuando se bajasen los estores.
Pero, sin duda, el tema más delicado en este proyecto fue el ruido. Como señalamos al principio de este artículo, en la caja del auditorio lo fundamental es la acústica. Para asegurar el riguroso cumplimiento de las exigencias acústicas de este proyecto, se contrató a un experto, quien redactó un informe con las acciones a realizar. Algunas de las medidas tomadas fueron, por un lado, poner especial cuidado en ir a velocidades reducidas en la difusión del aire; por el otro, aislar de forma excepcional los conductos.
Así, se pudo hacer entrega de la obra cumpliendo con la calidad y los requisitos propios de un espacio de estas características.