La tienda de Zara Ópera, es todo un emblema para el Grupo Inditex. Situada en pleno corazón de la Ciudad de la Luz, a escasos metros del Palais Garnier (el edificio de la Ópera Nacional de París). En la actualidad y tras su última ampliación, ocupa un edificio de 4.000 metros cuadrados de superficie, repartidos en cinco plantas de exposición y venta y otras cuatro plantas más, destinadas a almacén y salas de máquinas. En Arce Clima fuimos los responsables de la instalación de climatización en el local comercial Zara Ópera.
El sistema de agua fría y agua caliente del edificio, es suministrado por los anillos urbanos (tanto de agua fría como caliente). A partir de ahí, se montó un sistema de climatizadores y fan coils que dan aire frío/caliente a todas las zonas del edificio. Los fan coils, de los que ya hemos hablado en otras ocasiones, constan de una batería de agua y un ventilador de baja presión y funcionan tanto en calefacción como en refrigeración.
La arquitectura manda y debemos adaptarnos
Uno de los principales retos a los que nos tuvimos que enfrentar fue la falta de espacio para instalar las máquinas de aire acondicionado. Por ello, empleamos climatizadores bizona y trizona, fuera de las plantas destinadas a la atención al público. Estas soluciones raramente son adoptadas en otros locales comerciales, pero en esta ocasión era la ideal por falta de espacio.
Para la instalación, encargamos máquinas especiales de doble y triple batería, lo que dificulta en parte la regulación de la temperatura ambiental, pero cumple su función de forma excelente.
Otro punto crítico en este proyecto estuvo en el sistema de desenfumage de las zonas de venta. Se instalaron 10 extractores y 2 aportadores en cada planta, lo cual es un número ciertamente elevado ya que las instalaciones usualmente llevan 2,3 o 4 ventiladores de desenfumage, pero raramente tantos. Pero la arquitectura del edificio así lo exigía.
El diseño pone a prueba la solución propuesta
Ya lo hemos comentado en otras ocasiones y es que, además de adaptarnos a los requisitos arquitectónicos de las edificaciones, los diseños de los interiores más vanguardistas y en los que se cuida hasta el mínimo detalle, suelen poner en jaque nuestras instalaciones.
En esta ocasión, una de las peticiones fue que, en varias zonas de la tienda, en lugar de disponer las rejillas de extracción de humos convencionales, optáramos por realizar ranuras en el techo cada cierta distancia. Esta solución era bastante controvertida, ya que los bureau de control franceses tenían ciertas dudas a la hora de dar por buena este tipo de instalación. Una vez demostrada la eficacia, fue validada.
Como ves, cada proyecto es un reto, que pone a prueba tanto la fase de ingeniería en donde se decide la solución a implementar como la instalación, ya que debemos ajustarnos al espacio disponible, que no siempre parece suficiente. Pero al final lo conseguimos, en tiempo y coste.
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