Lo que que les hace diferentes, es la manera en la que los radiadores de baja temperatura extienden el calor por la estancia en la que están ubicados.
Los radiadores de baja temperatura suelen llevar en su interior una batería de cobre que calienta el aire que circula a su alrededor y lo expulsan por las rejillas que llevan estos aparatos en la parte superior de la chapa que los recubre.
Si en el caso de los radiadores convencionales la transmisión de calor se produce en un 80% por convección y un 20% por radiación, en los radiadores de baja temperatura el 100% de la emisión de calor tiene lugar por convección.
Este método de transferencia de calor consiste en que, a medida que el radiador se va calentando, este calienta el aire que está a su alrededor, la densidad del mismo disminuye y, al pesar menos que el aire ambiental, se desplaza hacia arriba, haciendo que el aire más frío descienda y ocupe su lugar. Este proceso es constante y cíclico mientras los radiadores están encendidos.
Ventajas de los radiadores de baja temperatura
En líneas generales podemos destacar las siguientes ventajas de una instalación de calefacción con radiadores de baja temperatura:
1. Menor consumo y mayor confort: gracias a su baja inercia térmica, consiguen adaptarse de forma más rápida y precisa a los cambios de temperatura del ambiente.
2. Respetuosos con el medioambiente: todos los materiales empleados en su construcción son 100% reciclables.
3. Instalación sencilla y económica: su coste es asequible y son recomendables tanto para obra nueva como para sustituir radiadores en instalaciones ya existentes.
4. Seguros: estos radiadores no queman cuando entramos en contacto con su superficie.
Pero no todo son ventajas, debemos tener en cuenta, que al trabajar a una temperatura menor, se necesita mayor superficie de intercambio de temperatura, para poder proporcionar el mismo calor que un radiador convencional.
Esto significa que, normalmente, los radiadores deberán ser de mayor tamaño y no siempre es posible su instalación.
Como se intenta evitar esto, muchos fabricantes han incorporado en su interior ventiladores internos que favorecen la convección y consiguen mayor potencia térmica. Algo que si bien ayuda en un sentido, podría provocar cierto ruido, por lo que, dependiendo de dónde se vayan a instalar, esta será una circunstancia a tener muy en cuenta.
En cuanto a la eficiencia energética, algo que siempre nos preocupa en una instalación de calefacción y que debemos tener en mente en todos los proyectos; con este tipo de radiadores se valora positivamente que, al trabajar a una temperatura del agua menor, se producen menos pérdidas y la eficiencia de los generadores térmicos es mayor, lo que redunda en un consumo energético menor.
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Como puedes comprobar la elección de un sistema de calefacción u otro, no es sencilla y dependerá de múltiples factores, como la zona en donde está la edificación y sus condiciones climáticas, el aislamiento del inmueble, su tamaño o su arquitectura interior.
Si te has quedado con dudas sobre los radiadores de baja temperatura, déjanos tu consulta en los comentarios y trataremos de resolverla.