El reto es conseguir una solución para ambas circunstancias y aquí es donde las características de aislamiento del edificio y el clima del entorno, se la juegan.  Una alternativa eficiente y de clara vertiente medioambiental es el uso de las bombas de calor, denominadas bombas de calor aire-aire. Vamos a conocerlas más de cerca.

Ventajas de las bombas de calor.

Una de las principales ventajas de las bombas de calor es que permite tener calefacción en invierno y aire acondicionado en verano en un solo aparato. Esto significa que la inversión se abarata al tener un único elemento que realiza una doble función. Son, por tanto, aparatos reversibles que garantizan una temperatura adecuada a lo largo de todo el año.

El consumo de energía de estos aparatos es bajo. Además, al funcionar de forma independiente es posible tener en uso sólo aquellos que sean necesarios en cada momento. Además, son capaces de aprovechar la energía contenida en el aire lo que aumenta su rendimiento y el ahorro energético que esto supone es considerable.

Son más eficientes y no contaminan ya que no emiten dióxido de carbono a la atmósfera.

Algo que también está bien destacar es que son equipos que filtran el aire, aspecto muy interesante para problemas de alergias.

Si optamos por la bomba de calor para climatización, estamos ante una solución que ayuda a cumplir los objetivos de la UE que persiguen emitir un 20% menos de CO2, consumir un 20% menos de energía y generar el 20% de la energía con fuentes renovables de cara a 2020 (Lo que se conoce como el Plan 20/20/20).

¿Conocías las ventajas medioambientales y de ahorro energético de las bombas de calor para climatización?

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