El Palacio de Congresos de Vitoria es un edificio construido en 1988 con el fin de albergar uno de los centros cívicos de Vitoria-Gasteiz. En el año 2011, dentro del proyecto Anillo Verde Interior, que busca mejorar la biodiversidad y la difusión del paisaje urbano en la zona, el edificio vive un proceso de rehabilitación, con el que pasa a convertirse en palacio de congresos; con capacidad para albergar los actos institucionales, conferencias y convenciones de la zona.
La remodelación del edificio responde al deseo de llevar a esta edificación a un plano más eficiente, reduciendo hasta en un 60% el gasto de energía y convirtiendo al Palacio de Congresos de Vitoria en santo y seña de la arquitectura sostenible y eficiente. Los artífices de la reforma de este edificio, de 10.216 m2, fueron: Urbanarbolismo y Unusualgreen como autores del proyecto y Zikotz y Urbaser como constructoras.
Esta reforma, destaca por su innovación en términos arquitectónicos, pues además de un jardín vegetal, muestra un diseño cuidado en relación a aspectos energéticos y el aprovechamiento de los espacios.
Los puntos fuertes de la rehabilitación del Palacio de Congresos
- Gestión de los espacios: La obra del Palacio de Congresos de Vitoria se ha realizado analizando al máximo detalle las opciones en cuanto a la optimización del espacio y la conexión entre los diferentes cuerpos del edificio. Se ha apostado por grandes espacios centrales que buscan el aprovechamiento de la luz, cubiertas de almacenaje de agua en la parte superior y cómodas salas para conferencias y actividades, con capacidad para un gran número de personas; sin por ello renunciar a la calidad de un buen aislamiento acústico o de temperatura.
- Gestión de materiales y residuos: La rehabilitación de este edificio se ha basado en incorporar soluciones destinadas a gestionar y mejorar las carencias de luz y calor. Para lograr este objetivo, los arquitectos han apostado por espacios abiertos con cristaleras a modo de lucernarios, buscando el aprovechamiento de la luz y aislantes térmicos de un grosor considerable en los tres cuerpos, logrando una recuperación de calor de altísimo rendimiento y una hermeticidad al paso de aire muy elevada. Los materiales utilizados se basan en el Criterio Passivhaus, un concepto energético sueco basado en el diseño arquitectónico de construcciones sostenibles con un gasto energético casi nulo.
- Certificado LEED-Oro: El certificado LEED se relaciona con la eficiencia. En este edificio concreto la certificación responde a una serie de apuestas medioambientales enfocadas a mejorar la calidad del aire interior y el control de los materiales utilizados.
- Eficiencia: La gestión de espacios y materiales han provocado una mejora considerable en cuanto al gasto energético de este edificio. El ahorro anual total debido a la reforma (y teniendo el modelo CTE como referencia) son de 320.000 kWh anuales, una cantidad equivalente a varias vueltas al mundo en coche.
La Fachada verde del Palacio de Congresos
Durante su rehabilitación y ampliación, en el espacio central del Palacio de Congresos de Vitoria se construye la Fachada Verde, el elemento más curioso y a la vez más llamativo de todo el edificio por ser el primer jardín vertical que reproduce ecosistemas autóctonos de la zona geográfica donde está ubicado.
La Fachada Vegetal presenta 1492m2 de vegetación, 1000m2 de plantas autóctonas, como muestra de la flora de la zona y 492m2 de enredaderas y plantas trepadoras, que sirven además como aislante térmico al situarse delante de los ventanales del edificio.
Para la construcción de esta fachada verde se ha recurrido a un contínuo de fieltro no tejido sobre el que se colocaban paneles de sustrato inerte preplantados. Esta es la forma más eficaz para reproducir jardines verticales, pues el fieltro tiene la humedad adecuada para reducir al máximo el estrés de las plantas en el proceso de traslado.
Los perfiles de aluminio que recorren toda esta fachada buscan reproducir la estructura de las parcelas agrícolas de Álava y los ecosistemas de los cerros y hayedos de los montes de Vitoria. Toda la estructura se mantiene gracias a los perfiles hidropónicos, que se sustentan del agua recogida en la cubierta situada en la parte superior.
En la parte inferior, se sitúa un zócalo informativo, que además de aportar información sobre cada una de las especies que aparecen en el jardín vertical, sirve como lugar de descanso para visitantes.
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