Su apertura en 2012 marcó un hito en materia de desarrollo sostenible urbano. The Crystal es uno de los edificios más eficientes del mundo, pero también es un centro de conocimiento global para el debate sobre la vida y el desarrollo sostenibles.
Concebido por Siemens a través de Wilkinson Eyre Architects, se trata de una espectacular estructura acristalada de 6.300 metros cuadrados. Más de 100.000 personas visitan cada año su exposición interactiva sobre el futuro de las ciudades; miles de eventos y reuniones para mejorar la eficiencia de las ciudades se han sucedido en sus instalaciones; algunos de los proyectos más prometedores sobre sostenibilidad se han fraguado y hecho realidad en su centro de tecnología e innovación.
Veamos en detalle qué hace de este edificio uno de los más interesantes del mundo en materia de eficiencia.
Certificado con la máxima excelencia energética internacional
The Crystal es el único edificio en el mundo que ha logrado la certificación más alta en los esquemas BREEAM y LEED. Estos organismos miden la eficiencia energética de los edificios en base a varios aspectos.
El certificado BREEAM (Building Research Establishment Environmental Assessment Methodology) es un sistema de evaluación internacional que somete a las construcciones, tanto de obra nueva como ya existentes, a examen en materia de sostenibilidad ambiental.
La evaluación se divide en diferentes categorías, en cada una de las cuales se obtiene una puntuación. Algunos de los aspectos que se valoran son el consumo de energía y agua, los materiales de construcción, el confort de los usuarios o la innovación en el ámbito de la sostenibilidad. La suma de esas puntuaciones ofrecerá una calificación final que va desde el “aprobado”, hasta el título de “excepcional”.
A su vez, el certificado LEED (Leadership in Energy and Environmental Design) es un sistema de certificación de edificios sostenibles otorgado por el Consejo de Edificios Sostenibles de EEUU. Este sello verifica el rendimiento de la construcción en seis aspectos:
- la eficiencia del consumo de agua;
- la eficiencia energética;
- el uso de energías alternativas;
- la mejora de la calidad ambiental interior;
- la selección de materiales y el manejo de desechos en la construcción.
Según la puntuación obtenida, un proyecto puede obtener uno de los cuatro niveles de calificación LEED, siendo platino el más alto.
En cada una de las áreas tenidas en cuenta por uno y otro organismo, The Crystal alcanza el sobresaliente. A continuación, destacamos algunas de las características que hacen de esta construcción un referente mundial para la eficiencia energética del futuro.
Un edificio autosuficiente es un edificio sostenible
Energía y luz:
Dos tercios del techo están cubiertos por paneles fotovoltaicos que generan el cerca del 20% de la energía eléctrica, con una batería que permite administrar dicha energía de forma óptima durante los períodos de mayor y menor actividad. El resto de la electricidad es proporcionada por el parque eólico marino de London Array.
La iluminación interior está constantemente controlada, con el brillo y el color de cada foco ajustados de forma automática según la hora del día y la ocupación del edificio. Además, la forma angulosa del edificio, así como su particular diseño acristalado, están concebidos para aprovechar al máximo la luz natural.
Climatización:
The Crystal está preparado para reducir el uso del aire acondicionado mediante el enfriamiento natural. Su cubierta exterior, con triple acristalamiento y 150 aberturas de fachada controlables, se ha diseñado para propiciar la ventilación natural.
Cuenta también con una serie de perforaciones geotérmicas de 38 x 150 m de profundidad, las cuales proporcionan el 100% de los requisitos de calefacción del edificio, así como gran parte de la demanda de calor de agua caliente.
Agua:
Solo el 10% del agua utilizada en el edificio se obtiene de la red pública. Esto es posible gracias a la instalación de un tanque de captación de agua de lluvia de 60.000 litros, la cual es tratada y reconvertida en agua de uso potable. Paralelamente, las aguas residuales son purificadas y recicladas, a través de una planta de tratamiento, para su uso en inodoros y jardinería.
Además, para reducir el uso de agua, el edificio está dotado de accesorios que permiten su ahorro, como grifos de bajo consumo.
Lo últimos avances tecnológicos son de color verde
Cuando hablamos de The Crystal, hablamos de eficiencia, pero también de tecnología punta. La instalación está equipada con un sistema avanzado de sensores contra incendios, estaciones de carga para vehículos eléctricos y un moderno sistema de gestión BMS.
A través de este sistema de gestión de edificios, la energía y el agua se monitorean constantemente para garantizar que se mantenga el nivel de eficiencia. Los sensores de detección de ocupación y confort se utilizan para ajustar el calor, la luz y la ventilación en el edificio para reducir el consumo de energía.
En total, y gracias al uso de los últimos avances tecnológicos, The Crystal emplea un 46% menos de energía y emite un 65% menos de C02 que edificios de características similares. Una ciudad del futuro sostenible se parecerá mucho a The Crystal, el mejor ejemplo de cómo la tecnología puede ayudarnos a crear espacios urbanos eficientes y respetuosos con nuestro entorno.