En esta ocasión nos trasladamos Oxford para acometer la climatización y la protección contra incendios de una de las tiendas de una gran marca de moda, situada en el interior del centro comercial Westgate. La superficie del local cuenta con un total de 3.668 m2.
Nuestra experiencia en realizar instalaciones para el sector de retail es muy amplia. Sin embargo, cada nueva obra entraña sus propios desafíos. Ese es uno de los motivos por los cuales en Arce Clima cuidamos al máximo las fases previas a la ejecución; para ofrecer las mejores soluciones a los aspectos particulares del espacio y también para incrementar el rendimiento a la hora de realizar el montaje de las instalaciones.
Aún con ello, es necesario que nuestro equipo cuente con una gran capacidad de adaptación frente a posibles eventualidades, las cuales no podemos prever antes de comenzar los trabajos. Esa fortaleza es lo que nos permitió entregar la obra de Oxford en el plazo fijado y cumpliendo con los estándares de calidad exigidos tanto por el cliente y como por nosotros mismos.
Los hándicaps del espacio
Como decíamos, muchas son las circunstancias que afectaron a la normal ejecución del proyecto en cada una de sus fases. El propio diseño del local supuso todo un reto a la hora de afrontar la obra de climatización cumpliendo, por un lado, la normativa y, por el otro, las exigencias del cliente.
En primer lugar, el reducido espacio de los patinillos para las instalaciones, y ante la imposibilidad de hacer nuevos pases de forjado, llevó a que los espacios de los raisers tuviesen que ser aprovechados al máximo.
La falta de altura del falso techo en algunas zonas de la tienda fue otra de las dificultades que presentaba el espacio. Para ello, fue necesario coordinar a la perfección conductos de desenfumaje con conductos de climatización.
En materia de legislación tampoco lo tuvimos fácil. La normativa sobre desenfumaje, distribuciones, renovaciones de aire, permisos de trabajo especiales dependiendo de la tarea a realizar, etc… es muy exigente en el Reino Unido y eso condicionó todo el transcurso de la obra.
Los detalles de la instalación
La instalación constó de 11 unidades exteriores y 20 interiores, así como un recuperador de calor y un ventilador de desenfumaje capaz de soportar 400ºC durante 2 horas. Para la colocación de estos equipos en la zona de la terraza tuvimos que hacer uso de una grúa de grandes dimensiones.
Debido a la poca altura del local a la que hacíamos referencia anteriormente, nos decantamos en su mayoría por unidades de impulsión vertical, las cuales, tras muchas reuniones con el equipo de diseño y delineación, fueron ubicadas detrás de paredes o aprovechando tabiques del mobiliario. Esto nos permitió ganar la máxima altura en tienda, así como que todas las unidades tuviesen un acceso y una zona de trabajo, gracias a lo cual se les puede sacar el máximo rendimiento.
El tema de conductos tampoco estuvo exento de cierta dificultad, especialmente en las zonas donde coincidían conductos de desenfumaje y de climatización. Iniciamos el montaje encajándolos en las vigas y los foseados del falso techo, pero resultaba complicado llegar a ciertas zonas del local. Al final, la coordinación entre el personal de obra con la oficina funcionó a la perfección, permitiendo adaptarnos al entorno y poder llegar a zonas inicialmente inaccesibles.
Procedimos también a proveer al local de una renovación de aire realizada a través de un recuperador de calor VRV, el cual suministra aire a temperatura acorde según las necesidades de la instalación. Debido al tamaño del recuperador, se desmontó en partes y se volvió a montar dentro del espacio acondicionado para su ubicación.
Actualmente, toda la instalación está controlada a través de un sistema BMS, el cual permite manejar todos aspectos de la misma desde una pantalla táctil ubicada en el cuarto eléctrico. Además, este equipamiento permite al cliente controlar dicha pantalla remotamente desde un ordenador en cualquier parte del mundo, así como ver diagnósticos, temperaturas, etc…
Cumpliendo la exigente normativa del Reino Unido
Un ejemplo de la exigente normativa que establece Reino Unido a la hora de acometer una obra, lo vemos en el proceso que tuvimos que seguir tras realizar los cálculos del proyecto. Además de cumplir con la legislación de Inglaterra y Gales, estos deben ser aprobados por el Fire Brigade Chief, por el consulting y por el propio centro comercial.
Una vez los cálculos son aprobados, el diseño de la instalación debe ser validado también por los mismos organismos. Los trabajos fueron duros y complejos, ya que el gobierno inglés es muy riguroso en materia contra incendios y las revisiones fueron periódicas y exhaustivas. Cabe decir que las pruebas fueron superadas a la primera y sin ninguna objeción por parte del Fire Marshal y el Fire Brigade Chief, los cuales realizaron una inspección muy minuciosa.
Finalmente, gracias a la experiencia y el saber hacer de todo el equipo, el proyecto fue entregado en la fecha prevista y funcionando correctamente.