Y para ello contamos con la ayuda de Gabriel Castro, Gabi para los amigos, que lleva ya 14 años en Arce Clima, a donde llegó con 21 añitos recién cumplidos. Finalizados sus estudios en el Ciclo Superior de Desenvolvimiento de Proyectos, se incorporó directamente a Arce Clima como parte del equipo de proyectos.
Hoy es Responsable del Departamento de Control, gran deportista amante del running, las rutas en bicicleta y el boxeo, es una persona muy resolutiva en su trabajo, a la que le gusta investigar hasta llegar a la raíz del problema y solucionarlo con éxito. Desde luego, ocupa el puesto ideal para ello. Veamos qué nos cuenta del commissioning y qué significa realmente.
1. Cuéntanos, ¿cuál es el objetivo del proceso de commissioning o puesta en marcha en una instalación?
En este punto hay que diferenciar entre puesta en marcha y commissioning, ya que no es lo mismo.
La puesta en marcha consiste en el diseño, ajuste, configuración y programación en su caso de todos los elementos pertenecientes a una instalación para conseguir un funcionamiento de esta según condiciones de diseño y exigencias del cliente.
El commissioning es el proceso por el que se comprueba y documenta que todos estos elementos están correctamente ajustados para que estas condiciones y exigencias se cumplan.
2. Es un proceso que se lanza en la fase final del proyecto pero, ¿cuándo se planifica?
La planificación se realiza desde el principio del proyecto. Hay que tener en cuenta que cualquier aspecto del proyecto, tales como la zonificación, cálculos, elección de equipos y materiales, montaje, etc. van a influir posteriormente en el proceso de puesta en marcha y commisioning. Por lo tanto el proceso de puesta en marcha y commisioning, realmente comienza desde el minuto uno de la vida de un proyecto, de esta forma tendrás margen para corregir posibles fallos en cualquier fase del proyecto.
3. Según tu experiencia, ¿Dónde reside la clave del éxito de un proceso de commissioning?
Para mí la clave del éxito reside en la elaboración de un proyecto bien definido en su totalidad, de forma que el resultado final sea una instalación eficiente y fácil de manejar y mantener. Aunque sí que es cierto que en este proceso el tener una estrategia-sistema de control adecuada puede marcar la diferencia.
Es un trabajo en equipo desde el comienzo hasta el final ya que el sistema de control es el punto de unión de todos los elementos de la instalación encargándose de hacerlos funcionar en conjunto y de supervisar su funcionamiento, y en esta parte es donde nos jugamos el que una instalación rinda correctamente buscando sus puntos óptimos de trabajo y que a su vez sea un sistema sencillo de manejar tanto para el cliente final como el personal de mantenimiento.
4. ¿Qué ventajas tiene en el proyecto contar con un proceso de puesta en marcha bien definido?
El tener un proceso de puesta en marcha bien definido va a influir directamente en la eficiencia de la instalación, en la durabilidad de esta y en el coste de su mantenimiento.
Si se hace una buena puesta en marcha, las maquinas alcanzarán su máximo rendimiento, al trabajar en puntos óptimos la vida útil de las instalaciones se alargan y por lo tanto los costes de mantenimiento se abaratan.
5. Los beneficios de una implantación adecuada, se materializan en unas instalaciones más fiables, eficientes, seguras y una mayor vida útil. ¿Este proceso se entrecruza con los procesos de mantenimiento o van en paralelo?
Se entrecruzan totalmente. Cualquier instalación, por muy bien hecha que esté su puesta en marcha, si no se le realiza un buen mantenimiento no puede ser una instalación eficiente, las condiciones ambientales empeoran, desapareciendo el confort térmico, etc. Por tanto realizar las operaciones de mantenimiento en tiempo y forma adecuada es fundamental para esto.
Por otro lado, si ya no se realiza una correcta implantación, la instalación de inicio ya nace con un déficit que los mantenimientos no van a solventar. Por tanto son dos elementos que van de la mano.
6. A pesar de que se puede entender perfectamente la necesidad de este tipo de procesos, ¿cuánto ha influido la entrada en España de sistemas de certificación como LEED GREEN BUILDING o BREEAM para la generalización de los procesos de puesta en marcha a través de commissioning?
Desde el 2007 en nuestro país, en todos los edificios nuevos o con reformas de envergadura, ya es obligatorio certificar el edificio en materia de eficiencia energética. Sin embargo, este certificado se limita a una etiqueta, como la que llevan muchos electrodomésticos, donde se indica la categoría de consumo energético y la categoría de emisiones de CO2.
Para las personas que quieren ir un paso más allá, existen certificados tales como Leed o BREEAM en los que a mayores se tienen en cuenta más factores como la eficiencia en consumo de agua, la elección de los materiales de construcción más ecológicos, una mayor calidad de las condiciones de confort, emplazamiento sostenible, etc. Pero no deja de ser un certificado de carácter voluntario por lo que para mí lo reseñable es que la gente cada vez tiene más conciencia medioambiental y que con este tipo de procesos poseen las herramientas necesarias para garantizar que sus edificios o inmuebles se construyan de forma responsable y respetuosa con la sostenibilidad de nuestro planeta.
7. ¿Y quién se debe encargar de este proceso, del que dependen el rendimiento de las instalaciones y el confort de los usuarios de las estancias?
El proceso lo tiene que hacer un agente independiente con el título de commissioning autorizado. Son los que hacen la auditoría comprobando que todos los puntos de confort y rendimiento que marca el cliente, se hayan cumplido.
Y hasta aquí una interesante entrevista en la que hemos conocido un poco más en qué consisten los procesos de commissioning y su importancia dentro de los proyectos que se llevan a cabo en Arce Clima.